viernes, 31 de julio de 2009


Farabeuf; uno de los libros más extraños, fascinantes, laberínticos y embaucadores que he leído hasta ahora: una auténtica locura, un un viaje a la peor de las pesadillas, un viaje eterno hasta lo más profundo de los infiernos, donde Satán no sería más que una marioneta a las órdenes de Elizondo.

No sé si recomendar su lectura, no sé si criticarla, no sé si tomarla en serio, tomarla en broma (irónica)... Pero una cosa es segura; el dominio del lenguaje escrito es algo invocado, desde las entrañas, en esta novela llena de caminos, narradores, personajes y argumento absolutamente inescrutables.

O no.

martes, 28 de julio de 2009

Tomás San Miguel & Jorge Pardo



Este sábado pasado me invitaron a un concierto mágico, un concierto del dúo Jorge Pardo y Tomás San Miguel. Al primero ya le vi en directo hará algo más de medio año, pero no tenía el placer de escuchar en directo la música del otro maestro de la noche, Tomás, y debo reconocerlo... La conexión entre los dos músicos fue excepcional. El concierto que nos ofrecieron estaba formado por distintas canciones escogidas de entre los tres discos que han grabado juntos, y exceptuando una o dos canciones algo más flojas, el conjunto de los temas interpretados fue fantástico y perfecto para una velada entrañable e inolvidable.

Si tienen la oportunidad de verles en directo, juntos o por separado, no se lo piensen dos veces..., son, sin lugar a duda, dos figuras claves del jazz nacional y nuevas músicas.

Gracias, Paco. Gracias, Sam.

miércoles, 22 de julio de 2009

A las nueve cada noche


Durísimo drama donde siete niños pierden a su madre que muere por alguna enfermedad. La entierran en el jardín de su casa sin decírselo a nadie por miedo a ir a un orfanato y continúan con su estricta y ordenada vida, pero las cosas no fluyen como habían imaginado y aparecen conflictos y diferencias entre ellos. Para colmo, el padre llega después de recibir la carta de uno de los chicos.

Magníficas interpretaciones de un elenco de actores y actrices jóvenes, que a pesar de contar con poquísima experiencia, bordan sus personajes. Dirk Bogarde está inconmensurable, como siempre.

En algunos aspectos, la película me recordó a El señor de las moscas y pensé que la trama iba a girar en torno a esta microsociedad que crean los chavales, pero de repente aparece el padre y todo adquiere distinta identidad, dando un giro irrevocable a todo el argumento; algunos de los hijos se encaran al padre, otros desconfían y otros están encantados, pero ninguno de ellos sabe por qué ha aparecido realmente el huraño cabeza de familia: nuevos conflictos, nueva trama, nuevo "protagonismo", etc.

La película no es que sea una joya, ni tampoco altamente recomendable, pero no deja de ser curiosa por ver la sangre fría que tienen los pequeños al morir la madre ni por ver actuar a uno de los mejores actores británicos y uno de mis favoritos, Dirk Bogarde.

martes, 21 de julio de 2009

El bazar de las sorpresas



Estamos cansados de leer una y otra vez que antes sí que se hacían buenas películas, que sus argumentos eran muchísimo más entretenidos, mucho más dinámicos y, sobre todo, de muchísima más calidad que ahora. Bueno, pues esta vez no iba a ser una excepción, y por eso mismo no os voy a dar el coñazo.

Sí, El bazar de las sorpresas es una pequeña joya del séptimo arte, una delicia de película para pasar un buen rato y apagar la televisión con buen sabor de boca al ver las palabras the end. Rodada prácticamente en un único escenario (exceptuando tres o cuatro escenas) y con un puñado de actores, Lubitsch nos regala una prueba de maestría en el guión y detrás de las cámaras después de su obra maestra Ninotchka, dejando claro que es un director al cual tener como referencia, demostrándolo una vez más unos años más tarde con Ser o no ser. Las interpretaciones son magníficas y cada personaje tiene su especial encanto.

Sin liarme más en tecnicismos ni verborrea de lo fantástica que es o de los fallos que tiene, os dejo el link al trailer con sorpresa final y mi recomendación de esta pequeña obra maestra que en su argumento parece algo adelantada a su tiempo.

lunes, 6 de julio de 2009

Despedidas



El mayor error que he cometido al ver esta película ha sido verla en versión doblada. Me pregunto, después de rumiarla detenidamente, si la actriz hace tantos ruiditos absurdos e innecesarios en la versión original... Pero bueno, dejando pequeñas manías personales de lado, debo reconocer que la película no está nada mal, y digo "nada mal" porque no ha terminado de maravillarme: la historia me gusta; violoncelista que después de sufrir mucho por entrar en la orquesta nacional es despedido por falta de ingresos. A raíz de este percance, el muchachuelo se plantea si realmente eso es lo suyo, así que de momento decide ir a su antiguo pueblo (o ciudad, quién sabe), y busca trabajo, y claro, el que busca, encuentra... Consigue un trabajo de amortajador (he descubierto que en Japón es una autentica maravilla ver amortajar a un muerto, puro arte, sí señor)... La cuestión es que su mujer no ve bien el oficio, sus vecinos tampoco ven bien dicho profesión, y cuanto menos le gusta a la gente, más le gusta a nuestro protagonista.

El nudo de la pelicula es el conflicto que existe entre el protagonista y su padre, y no diré más por si algún rezagado quiere verla.

El actor protagonista actúa muy bien, tanto él como su jefe; el resto del reparto no me convence demasiado, excepto el incinerador, un salao sin duda alguna.

En fin, por suerte me he metido en la sala sin esperar nada, que suelen ser estas veces cuando sales encantado, pero hoy no se ha dado el caso, y aunque me ha quedado un sabor agridulce, reconozco que la peli se deja ver muy bien y merece la pena verla por las tensiones y los distintos ritos a los que se enfrentan los amortajadores nipones.