viernes, 26 de junio de 2009

Rebelión en las ondas


Hace unos días recordé esta película. Su argumento es suculento; un chico de instituto comienza a emitir en una radio pirata y los fans crecen como la espuma. Pone canciones molonas, tiene un línea de teléfono a la que pueden llamar los oyentes y se mete a saco con la educación de los USA, los papis y enfatiza en lo complicadísima que es la vida de un adolescente.

Se forja un verdadero ídolo. OOOOUUUUUHYEEEEAH. Coff, coff. Ejem.

A partir de esto, cuando el problema toma envergadura, la película pierde fuelle y se queda en un simple y banal (que no quiere decir aburrido) proyecto teenager. En fin, lo mejor, sin duda alguna, y por lo que yo la he recordado, ha sido por su BSO; verdaderas joyas de grupos entre los que se encuentran The Pixies, Peter Murphy (ex cantante de Bauhaus), Soungarden, Sonic Youth, Leonard Cohen... De hecho, la canción estrella era de éste último, Everybody Knows, de la que Concrete Blonde hace una versión para..., la misma película. ¿?

Lo dicho, peli entretenida que los de mi quinta recordarán con nostalgia y que posee una auténtica y más que respetable banda sonora.

martes, 23 de junio de 2009

Campillo, campeón del mundo

Ya tenemos campeón mundial de boxeo en la categoría semipesados. Campillo venció a Garay en un combate igualadísimo, de hecho, ganó por KO técnico y por los pelillos de un calvo. Pero ganó.

Tengo la obligación de romper una lanza a favor del boxeo, porque se considera un deporte para energúmenos y bestias, cuando en realidad es un deporte verdaderamente estratágico y de inteligencia por muchas hostias que se vean en el cuadrilátero y por mucho que le cueste entenderlo a la gente.... ¿Cómo explicarlo? No se puede, simplemente os invito a un gimnasio de boxeo, un gimnasio de boxeo DE VERDAD, no de esos que abren para hacer pesas y como suplemento y sacacuartos te "meten" clases de kick-boxing, full-contact, boxeo, etc., etc., etc... Si visitáis un gimanasio auténtico de boxeo, veréis cómo es realmente este deporte y cómo cuesta sudor y lágrimas cada entrenamiento, cada movimiento, cada esquiva, cada golpe... Pura estrategia y pura inteligencia... ¿Que hay bestias en los cuadriláteros? Sí, claro... Cantona antes de empezar los partidos amenazaba a la defensa contraria con partirle las piernas, y no lo cumplía literalmente, pero..., casi... Brutos hay en todos los sitios.

Y ya que me he puesto a escribir sobre el boxeo, voy a realizar mi recomendación cinematográfica pugilística favorita. De sobra es sabido por todos la cantidad ingente de películas sobre boxeadores y boxeo que hay y habrá en el mundo del celuloide, pero por encima de todas, me quedo con Gentleman Jim, porque es un peliculón como la copa de un pino, por sus planos, su argumento, su dirección, sus interpretaciones... Porque, en definitiva, es grande y es maravillosa.



Ah! No voy a quedarme con las ganas de recomendar, también, el documental rodado por el catalán Isaki Lacuesta sobre el boxeador-poeta Cravan.

viernes, 12 de junio de 2009

Veinticuatro horas en la vida de una mujer

Bajo este título sobrevive una novela tensa, dramática, viva, perenne, sublime, brutal... No encuentro adjetivos elocuentes ni grandilocuentes para definir esta novela corta escrita por Stefan Zweig. El lenguaje que utiliza no es que sea para nada algo especial ni innovador como pudiera ser el utilizado o "inventado" por otros autores contemporáneos, pero es directo, no sobra ni una palabra, ni una coma, ni un personaje, ni una frase.... Hacía mucho tiempo que un libro no me enganchaba de la manera que me ha enganchado esta novelita corta (si no recuerdo mal, desde El corazón de las tinieblas hará lo menos 12 años), fascinándome y obsesionándome sin poder dejar de leer.

Zweig fue un escritor austríaco que saboreó la fama y el éxito con sus trabajos literarios, sobre todo en la década de 1930 a 1940, pero por alguna extraña razón, por alguna inquina y oculta maldición, desde su muerte sus obras fueron perdiendo valor y presencia, cosa que me sorprende porque es verdaderamente delicioso leer algún trabajo de este hombre; ahonda en los personajes hasta desmenuzarlos y convertirlos en seres humanos adelantados a su tiempo y a sus costumbres, los define lentamente y de manera casi fútil, como si apenas nos diéramos cuenta de lo que leemos y lo que "no leemos", en definitiva, realizando una construcción de personajes asombrosa y plena, llena de vida y de sentimientos, de contundente raciocinio y sutil lucidez. Recomiendo fervorosamente esta novela y sin duda alguna cualquiera de las obras de este magnífico escritor austríaco.

Como curiosidad, recordar que existen dos versiones cinematográficas de dicha novela; una protagonizada por la bellísima Ingrid Bergman y la otra, muchísimo más reciente, protagonizada por Agnès Jaoui.

Antes de publicar este post, he indagado un poquitín sobre este autor que desconocía por completo (y por desgracia) pero del cual ya había visto una adaptación en cine de una novela suya; Carta de una desconocida. La novela debe ser la hostia, porque el argumento mola y porque este tío construye unos personajes acojonantes (sobre todo desde el punto de vista psicológico), pero la peli no es muy recomendable... Allá ustedes. Me refiero a la adaptación china, porque acabo de descubrir que existe una versión anterior que no tiene mala pinta.

miércoles, 3 de junio de 2009

Buscando un beso a medianoche



Recuerdo con buen sabor de boca el final de esta estupenda película. Sencilla, contundente, y bien hecha en general. Acostumbrados a megasuperproducciones o un cine independiente exento de algo que no sabemos muy bien qué es (al menos, a mí me pasa que unas veces el guión es demasiado flojo. Otras, las interpretaciones mediocres, alguna que otra vez el final es agridulce, con falta de garra... Sí, casi siempre suele ocurrir esto... Y oye, no pasa nada, es cine indie, oki? Mientras sean buenas ideas...), da gusto ver de vez en cuando un film redondo, no un mega film, no la película definitiva del año en el festival de sundance, no el pelotazo de los oscars... No sé, simplemente, una buena historia, una historia normal, de la calle, bien contada, con buen final y con una realización más que decente.

Me es inevitable no asociar esta canción con dicho film, evidentemente. Y ya no sólo con esta peli, porque esta canción... Tiene historia.

Recuerdo poner la letra del comienzo en un examen que hice sobre el nazismo, explicándole al profesor cómo se sentirían los presos del campo de Auschwitz días antes de que los rusos les dieran candela a los nazis. También he compartido noches veraniegas en el parque cantándola bajo efectos que no debería escribir en estos momentos, he hecho versiones en locales de ensayos llenando de cierta magia indescriptible el ambiente... En definitiva, una canción de esas con mogollón de mensaje, como diría Santiago Segura.

Quizá sea por eso por lo que me gusta tanto la película. Quizá... Quizá sea por eso, lo cual hace que me pregunte; ¿hasta qué punto la música puede llegar a ser efectista en una película? En esta película en concreto, no creo que tal efectivismo llegue a darse, pero... ¿seguro? ¿Y en otras producciones? Sólo tenemos que irnos, por ejemplo, a alguna de las tres partes de la trilogía Qatsi de la cual ya escribí en este blog, ¿efectismo por parte de Glass?... En fin.. Qué más da... Quiero que me efectiven en las salas de cine a través de ese órgano al que apenas prestamos atención... Nuestros maravillosos oídos.