martes, 17 de junio de 2008

En busca de un sillón Voltaire

Dentro de unos días (quien dice días, dice un par de semanas), el menda lerenda cruza el charco para ir a la tierra perdida de Martín Romaña. Espero encontrar un sillón Voltaire para traerlo a Espein (o los libros que cayeron gritando en medio del puerto).

Eeeeeem...

El otro día vi El incidente después de leer en blogs que era muy buena e imprescindible (incluso leía que era la obra más personal del director) o que era una auténtica bazofia sin ningún tipo de fundamento. Pues bien, después de encontarme con opiniones tan diversas y opuestas, he de decir que la película me pareció indiferente. Ni me gustó ni me disgustó. Un buen comienzo, un guión flojísimo (debido al argumento, ya que no se puede pedir más para una trama de este tipo, no esperemos conversaciones kafkianas ni kantianas ni hostias en vinagre en una peli postapocalíptica, apocalíptica o demás variaciones lípticas) y unos actores mediocres, porque ella podía haberse quedado en su casa.

Y bueno... La historia tan absurda de amor entre los protas me parece innecesaria para contar la idea principal de la peli. En fin, menos mal que no me gasté la pasta en este proyecto fallido de buenas intenciones e ideas...

Por cierto, un par de artículos más atrás hablé de Todo en un día, protagonizada por Maciu Broderick, y cuál fue mi sorpresa que, en una única escena de El incidente, aparece nuestro querido Alan Ruck. Me faltó un palmo para gritar Save Ferris!

xD

Cambiando de tema y ya que en mi último artículo hablé del mundo del cómic (muy superfluamente, lo sé, como siempre y con todo), me gustaría realizar una reseña de ese tebeo tan paseado (con demasiada pena y sin ninguna gloria) por bibliotecas, tiendas y demás lares...

Es pura esencia con la historia que cuenta dentro.

Me gustó muchísimo cuando, realizando un ensayo, cada uno pensaba que la banda tocaba la canción que individualmente estaban tocando, llegando a sonar tres, dos y hasta cinco canciones distintas a la vez. Por eso es la peor banda del mundo. O la mejor, según se mire.

También quiero hacer mención de ese extraño cómic que vi hace tiempo en una tienda y el cual estuve a punto de robar. No lo hice porque el misántropo que amaba a los filántropos apareció en mi mente y me dijo: NO! No lo hagas, solitario... Es políticamente incorrecto. Sólo has de robar libros de Bolaño (y a eso me dedico últimamente, a robar palabras del tito Roberto).

El cómic.

Y aprovecho al escribir sobre éste último tebeo para hacer un llamamiento a toda esa persona que admire o disfrute con Bukowski, ya que en centros comerciales que no voy a nombrar, se encuentra la película Factotum a muy buen precio. Siempre os queda pensar que la dirigió Bolaño y así le robáis las imágenes. Ya me encargo yo de sus letras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pensaré en ello tito Daivit...Un placer leerte y aprehender de tí, de todo. La próxima vez que esa voz de filánmisantrópo se enfrente a ese acto de misafilantropo, debes salir corriendo! claro, que, no te olvides de coge el cómic, el libro, o lo que sea. Deberíamos escuchar mucho más nuestras voces y asistir mucho menos a sus pequeñas rencillas que nos dejan parados y arrepentidos. Si dices lo hago!, hazlo! Ya sabes que Bolaño sopla vientos a favor, siempre, no dudes nunca.

Abeso

Un solitario con pipa y copa de coñac dijo...

Eso debí hacer, coger el cómic y salir pitando de la tienda con el botín entre las manos... Pero en lugar de eso, me fui a la casa del libro para robar Amberes. Je.