domingo, 6 de julio de 2008

El viaje interior

El amor es una línea. Una sucesión de puntos trazados sobre el plano de la existencia. Imposible saber en qué punto empieza, en cuál termina, cómo independizar un segmento de otro si todo parece ser un único trazo continuo. Al azar, con los ojos cerrados, dejo caer el índice sobre un punto cualquiera de la línea.
Son las 21,43 y así comienza la novela de Iván Thays que he comprado en la librería El virrey. Acá los libros están igual de caros (o baratos) que en España, pero hoy, paseando cerca de la Plaza San Martín, en una calle de cuyo nombre no recuerdo pero que conecta con la plaza de francia (creo que se llama así), he descubierto miles de librerías de segunda mano, de primera mano, de tercera mano... Librerías sin manos, sin dueños, sin huecos... Mañana (o cualquier otro día) tendré que visitar dicha calle.
En cuanto a cine... Lo siento, queridos cinéfilos míos... Sólo he encontrado cine gringo. Pero con toque castellano neutro (como llaman aquí al doblaje para suramérica).
La música... Eeeeeem... Bueeeeno... He visto que por estos lares triunfa un tal Raphael y una tal Rocío Durcal. Y cuando digo que triunfan, es que triunfan. xD
Callao me mola mazo. Lima... Bueno... Tiene su encanto, pero Callao es un puntazo, muy, muy, muy auténtico (aunque dicen que es muy peligroso, pero yo creo que depende de la zona y de las circunstancias).
Ahora, saldré a una tienda que se encuentra a menos de un minuto de casa y me compraré una Inca Kola para acompañar una buena pipa.
Salud.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Libros, libros, libros...Dai! Qué bueno saberte bien, disfrutando del Perú y de sus costumbres. Espero que el mes y medio continúe bien. Empápate de todo para contarnoslo y cuídate mucho.

Un solitario con pipa y copa de coñac dijo...

Kurt!!!!!!!!!!!!!!!! Escríbeme algun mail